martes, 9 de octubre de 2012

Un análisis de actualidad desde el FROP: Entre las SAPEM, la mega minería y el pueblo riojano


No hace falta demasiado análisis para entender que la realidad de La Rioja esta empantanada en los flagelos que la aquejan desde tiempos remotos. La crisis económica productiva, la crisis de credibilidad en los representantes del estado,  son las condiciones en las que se desenvuelve la agenda y el relato de política oficialista, y también el derrotero del pueblo riojano.  Lejos esta dicha agenda, de reflejar o dar respuesta al  malestar de buena parte de la masa de trabajadores del estado, quienes siguen  precarizados  bajo un régimen de  sub-ocupación.  Para ellos no parece haber   un horizonte con esperanzas,  ni en el oficialismo, ni en las omnipresentes alternativas  tradicionales. También están fuera del  debate, las  economías regionales, la salud pública y  otros tantos ítem que integran nuestro déficit social.
Estas realidades no encuentran  asidero en la agenda oficial, ni  tratamiento publico en los medios de comunicación tradicionales,  quienes en sus secciones de política reflejan solamente las disputas internas del poder, dejando de lado, o escamoteando,  el debate de verdadero interés publico. En este marco las alianzas superestructurales y armados oportunistas pasan a retaguardia una vez cumplida la tarea de desmovilizar a la comunidad. Luego de las expectativas generadas, el intendente capitalino Ricardo Quintela, y sobretodo el de Famatina, Ismael Brdagaray, no pueden terminar de sacudirse las palmas y pasar a otro tema. De hecho la realidad de conflicto permanente que atraviesa tanto el departamento Famatina como Chilecito reclaman a Bordagaray generar instancias de contención y respuesta a los reclamos populares que se propagan a otros sectores como la salud y la defensa de las instituciones.
Y la verdad es que, fuera de los sucesos politiqueriles que ofrecen los eternos representantes del estado (muchos de ellos, dueños de sus propios medios de comunicación)  no se ofrece  mucho más.  De esta manera  el relato oficial de la política riojana no pasa por otro lado que no sean las disputas internas por las posiciones de poder. De esta forma, mientras Quintela intenta hacer cargo al Municipio de servicios como seguridad, salud, denunciando falencias de prestaciones por parte del Estado provincial, el Gobernador llama a “ganar las calles para celebrar el Día de la Militancia, y en respaldo de la gestión del gobernador y de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Fuera de la obra publica o el Plan Federal de vivienda, de carácter nacional,  cuyo rédito  se han adjudicado como propio los representantes locales, cuesta reconocer las virtudes de este y anteriores gobiernos, o de toda una generación de la clase política riojana y sus socios, que ha permanecido en la esfera de poder desde hace tiempo. Ni Menem, ni Maza, ni Beder, ni juntos ni  enfrentados, o por separado, han dado respuestas de fondo  a las problemática de una provincia como la rioja, que en sus espaldas carga un ya histórico  ostracismo político y productivo.  Cuesta creer que de esa escuela de políticos, provenga solución alguna; cuesta creer  con la razón, y quizás no es justo hacerlo para siempre.
 También es verdad que nuestra provincia como otras del interior padecen, en esta materia, históricamente, la indiferencia del estado nacional, que peca de ser  federal solo en lo discursivo, y que al final somete las economías del interior al antojo de los intereses de la capital y del capital.
Aquí quisiera abrir un paréntesis para comentar al lector, lo  reconfortante que es encontrarse con autores de la talla de Eduardo Alipio Paoletti, historiador, periodista, fundador del diario el independiente y su cooperativa, que ha querido y amado estas tierras, al punto de costarle el exilio; y  quien lucidamente  a principios de  década  del 70  compendió a través de sucesivas publicaciones en el diario el independiente, “Cien Años de Colonia- 1870 - 1970 - , Un siglo de historia argentina ”,  un reconocido ensayo critico de la historia política económica de nuestra provincia, en el contexto nacional,   En el registra con precisión,  el rol de nuestra provincia en la economía nacional, en los distintos bloques históricos del siglo pasado, desnudando  la  destrucción de la economía local, la   explotación y devastación de recursos, y  También la subordinación  de la clase gobernante, a las políticas centralistas. Es en verdad el autor y su obra un hito en la identidad de resistencia de la historia de  nuestra provincia. Por lo tanto este columnista no duda en recomendarlo.
Así es como llegamos a estos días y la cuestión de la producción sigue siendo el centro de las expectativas, pero no el centro del debate.  Y es en este contexto, que hace no mas de un año aparecieron las siglas SAPEM, no como resultado de debate y de consenso, ni como plataforma de campaña, tampoco como plan estratégico productivo, sino como una forma de recuperar  de manos privadas,  lo entregado por la misma generación de políticos años atrás, en pleno auge menemista, cuando se privatizaron todos los servicios y empresas del estado.  Lamentablemente no podemos decir que  esta vez  será para ponerlas en manos del  estado, sino  para ponerlas nuevamente en manos privadas, las  que sin inversión alguna, se reservan el derecho de dirigir las inversiones del estado,  o sea nosotros.  Ponemos la  inversión y las perdidas, y las manos privadas la administración, mucho mas no se sabe.  Lo único que puede entenderse y debe entenderse, según sus promotores, es que esta es la política productiva de este gobierno, el plan para ganarle a la desocupación, todo esto en medio de la crisis de credibilidad que todos conocemos. Luego aparecerían en cascada, muchas inversiones del estado, o de todos nosotros,  siempre con la misma lógica. Que lectura debemos hacer? , mucho más no se sabe.
La verdad es que la falta de transparencia, el manejo discrecional, la improvisación son el otro lado del relato oficial, vendido como único, y que  cae con su propio peso.
Tamaña desilusión la de los miles de integrantes de cooperativas emprendedoras, con compromiso social y político, que vienen  planteando sus alternativas políticas de producción  desde hace mucho, que pelaron contra la enajenación de las empresas del estado en los 90, y que hoy ven como el relato oficial  en nuestra provincia, los pasa por encima. Mas  desilusión aun, para los sectores progresistas que tenían y  mantienen esperanzas en el proyecto nacional y popular,  cuando  ven como   el alo progresista  del oficialismo nacional, se diluye al llegar  a las provincias de la Argentina profunda.
Sin embargo el relato oficial, no es el único relato, también esta el otro relato, el que silenciosamente resiste las afrentas. El relato de quienes creen que es necesario construir poder popular, y en ellos quizás es que reside la esperanza. Están ellos y sus medios, para sostener su relato, pero también estamos nosotros, con nuestra voluntad y convicciones, y ya no tan silenciosos.    



 FROP
Frente Riojano de Organización Popular

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